¿Qué puede ser más doloroso que ser testigo de un cineasta en decadencia? Tras el varapalo y sonados abucheos que recibió en el Festival de Cannes de 2014, llega a salas españolas ‘Cautivos’, la última cinta dirigida por el canadiense de origen armenio, Atom Egoyan. Un intenso thriller donde el cineasta vuelve a sus orígenes nevados y fríos.
Ocho años han pasado desde Cassandra Lane desapareciera de la furgoneta de su padre, Matthew, cuando éste salió unos minutos a comprar un pastel para comer en casa. Pese a llevar todos esos años sin dejar rastro, su padre no ha perdido la esperanza de hallarla con vida. Considerado culpable moral, pone todo su empeño en encontrar a la pequeña. Esa búsqueda se intensificará cuando se encuentren indicios de que la muchacha sigue con vida.
Egoyan fue considerado un maestro, por sus inhóspitos escenarios, su cuidada y ansiosa ambientación y unas historias que van a caballo entre lo perverso y lo misterioso. Lejos quedan esas magníficas obras que dejó en los 90 como ‘Exótica’, ‘El dulce porvenir’ o ‘Ararat’. ‘Cautivos’, pese a ser una decepción más, es una obra ambivalente, puesto que tiene un comienzo y una primera parte interesante pero que va perdiendo lógico y coherencia conforme el metraje va avanzando.
Un primer acto frío, intrigante, abre paso al espectador en una trama donde el cineasta toca dos temas turbios: El secuestro de un menor y la pornografía infantil. Con semejantes elementos, el cineasta crea un relato donde los giros en el tiempo provocan una mezcla entre confusión e intriga por conocer los hechos, que son mostrados lentamente para continuar con esa aura de expectación. Sin embargo, tras una presentación impecable donde se piensa que Egoyan ha vuelto, su trama empieza a flojear. Con enredos sentimentales, tramas secundarias absurdas y una sensación de estar viendo un telefilme, convierten todo ese clima de presión en una cinta ideal para ver en la sobremesa del fin de semana.
No sólo molesta que la película se torne previsible y monótona, es que también provoca cierto recelo que esos temas tan delicados con los que Egoyan abre la cinta sean tratados de forma banal, mostrando una insensibilidad insospechada por ese inicio tan prometedor.
Por lo demás, ‘Cautivos’ es una obra regular, los comentarios negativos en Cannes estaban claramente magnificados. Tampoco ayuda que el reparto funcione a medio gas. Con unos correctos Ryan Reynolds (antes de volver al cine mainstream con ‘Deadpool’ estuvo en ‘La dama de oro’) y Mireille Enos y unos sobrantes Rosario Dawson, Scott Speedman y un indignante Kevin Durand, que interpreta a un personaje que raya lo inverosímil.
Quizás no sea el gran retorno de Atom Egoyan. Aunque tampoco demuestra que el cineasta esté en una seria decadencia como otras voces apuntan. Si será necesario que tras una temporada llena de obras fallidas, el director se tome su tiempo para producir su siguiente proyecto. Una película regular que no disgustará del todo pero tampoco realmente dejará ningún tipo de huella, desafortunadamente las sensaciones que provoca son muy cercanas a la indiferencia.