‘Barrenderos espaciales’ (Sung-Hee Jo), lo más internacional que verás en 2021

Año 2029. En la Tierra los bosques desaparecen y los desiertos se expanden inexorablemente. El sol se desvanece, no brilla con la misma intensidad en una atmósfera demasiado contaminada y un suelo demasiado dañado no soporta vegetación que pueda alimentar a la humanidad. ‘Barrenderos espaciales’.

Con esta premisa, la de una Tierra agotada y sobreexplotada comienza ‘Barrenderos Espaciales’, la historia más internacional que te encontrarás este 2021, prepárate para una versión original super globalizada, que deja sabores y tópicos de mil sitios, pero que encaja con fluidez en ese panorama de estaciones espaciales internacionales, o mejor dicho, de ciudades espaciales.

Nada más empezar ya se nos pone en antecedentes, se nos explica el nivel de destrucción al que se ha llevado al planeta y que hay una compañía que tiene la respuesta, acomodar Marte para la vida humana. Mientras ese momento llega, el gran conglomerado UTS ha conseguido crear un hogar que orbita en torno a la Tierra, pero el acceso a este recurso es solo apto para unos pocos privilegiados. El resto lucha por poder respirar en nuestro planeta o se dedica a recolectar chatarra espacial como forma de subsistencia.

‘Barrenderos Espaciales’ sabe a ciencia ficción pura, al más estilo ‘Guardianes de la Galaxia’, sobre todo por la forma en que trata el universo social y de convivencia de las distintas comunidades que se presentan, y por supuesto, por cómo nos da a conocer la vida en la nave espacial habitada por nuestros protagonistas. Pero vayamos poco a poco, lo primero es conocer a nuestros guías en esta aventura.

Para aquellos que se han acercado a esta cinta llamados por el color, la temática o el simple hype de las redes, quizá el más conocido de todos sea Richard Armitage, que hace las veces de genio malvado que se piensa mil escalones por encima del resto de la humanidad mientras interpreta a James Sullivan. Armitage da, de forma magistral, con su inglés perfecto, una clase de compostura delante de la cámara, esas a las que siempre nos ha tenido acostumbrados, y que en ‘Barrenderos espaciales’ destaca más por el elenco más joven e internacional.

Los que, por el contrario, no somos nuevos en las producciones coreanas, vemos con mucha más cercanía el reparto, que está liderado por Song Joong-ki a quien seguro has visto en ‘Descendientes del sol’, y que en ‘Barrenderos espaciales’ es ese super piloto/soldado de élite atormentado por su pasado y con una misión clara, encontrar a su hija llamado Tae-ho. A éste le sigue Jin Seon-Kyu (‘Kingdom’), interpretando a Tiger Park, una persona encantadora con un pasado muy oscuro.

Kim Tae-Ri por su parte da vida a la capitana Jang. Cómo siempre con esta actriz, que ya nos dejó prendados en ‘Mr.Sunshine’, disfrutamos de una interpretación estratosférica. Es de lejos quien dice menos pero muestra más. Aquí la conoceremos con una joven rebelde de gran inteligencia, amarrada a una petaca y un fuerte carácter, que hace lo que debe para no dejar pasar la recompensa de ninguno de los trabajos que se le presentan, acompañada siempre de un atuendo demasiado cool para el resto de mortales, será una de esas piezas imprescindibles dentro del grupo.

Yoo Hae-Jin, que da voz a un androide. Si ese que debe haber en toda buena producción espacial que se precie, y que nos recuerda demasiado a lo que en nuestra mente es un batiburrillo complejo de todos los androides y robots que hemos visto en ‘Star Wars’. En ‘Barrenderos espaciales’, en particular, cuenta con un carisma y peculiaridades que lo hacen destacar aún más, completando así una banda de rebeldes expatriados dignos de tener su propia película.

Ahora que medio nos hemos cuadrado en la nave, que por cierto se llama ‘Victory’, conocemos a su tripulación y sabemos que se dedican a coger chatarra en el espacio exterior para pagar las deudas y facturas de un sistema que siempre sale ganando y al que es imposible vencer, podemos empezar a hablar de la trama.

La trama no es nada del otro mundo. El director y guionista, Sung-Hee Jo, plantea una idea demasiado trillada a pesar de lo futurista del entorno. Son una pasada el cromatismo y los efectos de ‘videojuego’ que nos recuerdan gratamente a ‘Ready Player One’. Aunque, sus personajes, como hemos visto, son más bien arquetípicos, y por ende, la historia corre hacia lugares ya explorados.

Lo más novedoso, o no, es la idea de una joven que es salvada gracias a una super tecnología nanobótica, siendo su existencia clave para los planes del malo malísimo, interpretado por el ya mencionado Richard Armitage. Una joven, Kot-nim, que acaba entablando amistad con nuestros protagonistas dejando tras de si una enorme cantidad de escenas tiernas, cálidas y divertidas que harán que la nave ‘Victory’ un lugar mucho más habitable.

Gracias a ese personaje se despertará la humanidad dormida de cada uno de los participantes. Cambiará el tempo de la cinta y la idea preconcebida que teníamos de lo que íbamos a ver en base a lo que se nos había mostrado hasta que ella entra en escena. Será su aparición el punto de inflexión que haga crecer moral y emocionalmente a nuestros protagonistas dándoles algo más de fondo de armario.

‘Barrenderos espaciales’ es la puerta de entrada a un mundo de color, detalle absoluto de vestuario y una puesta en escena cuidada a la que no le falta ni una tuerca. Bien podría ser el comienzo de una gran cantidad de superproducciones que podrían tener cabida en su esfera narrativa, o quizá el nuevo hogar para un kdrama de infinito presupuesto. Lo que queda claro cuando la ves es que engancha a pesar de su largo metraje, es épica, dinámica y llena de posibilidades. Quizá demasiadas y eso haga que se diluya algo, pero definitivamente es una cinta que vas a disfrutar si te gusta el género.

¿Será ‘Barrenderos espaciales’ una de las profesiones del futuro? Yo no creo llegue a verlo en esta vida, aunque no lo descartaría de forma fehaciente para la siguiente. Lo que si he echado de menos en esta ha sido poder disfrutar de ella en una sala de cine. Hay cosas que simplemente son irremplazables, y esta producción merecía todo el esplendor que solo una gran pantalla, un sonido envolvente, el olor a palomitas y la calidez de la compañía humana pueden dar.

Tráiler

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